una macana...

Lenta parodia de arrugas impropias espesan la contienda contra el reflejo erótico de la muerte en el espejo bisabuelo de la nada particular.
Atormenta la gana medida con satisfacción invadida, olvidando como surge la intranquila angustia –paradigma y trajina vedadas orquídeas salvajes- Emite la inventada actitud de sorpresa ya sabida de antemano; la muerte es pestilente si, hablando en lenguas claras expresó como surgen mis historias preferidas; asquerosamente todas románticas y lunáticas – de la misma esencia de la terquedad irreverente.

Ahora.
Condenada, la imagen de la amada.

El discurso no debe llenar trámites hurgados en la conciencia de: ella amando al novio digno y hermoso, que tiene metido en su cama. Tampoco el alegato debe incluir; referencias de victimas postradas al “casquero” deseo justificado, solo por afán meloso e impaciente.
Aclarando el guión incrustado a piel deseosa y repugnante desnuda, tanto narrador como personaje odian la cama mentada. Odian el acto de la cama, odian al actor de la cama y odian a la actriz por no ser “actora” de un amor imponible, pobremente correspondido. Infelizmente la lista del reproche solo incluye un beso y una cortada en la yugular justificada.

Luego.
La muerte reposa tanto en la cama como en la sala masoquista.

Jugaba a sufrir.
Detestaba el juego.
Sufría si la veía, como cuando no la veía.
Estaba jugando ciego al celoso portador de virus amorosos intoxicados de una insana mezcla de dentados deseos, Maná (lastimosamente), cine, invertebrados, Clavin & Hobbes, Nicanor Parra y zapatos voladores.

Antes.
-cero a la izquierda-

Justo antes de la fuente gustosa, esperaba sedienta, quizás no, talvez ella lo sabe y lo esconde y lo entiende a su manera elfica; pero pese a todo lo sentado en magnas vidas pasadas: ¡Ella sonreía!
Mostrando lo interno sabido vidente, inmolado e invidente sensitivo auditivo ofuscado con mañas divinas femeninas. Nada imploraba versos rectos y nuevos. Por tanto ahora la poesía ha muerto tratando de amarla a distancia via.com – Sin estar seguro, un alacrán sudaba azúcar amarga al ser tragada mintiendo el regreso supuesto, invocaba al silencio, llenaba lagrimas nada evidentes a ella, ya que tenia cama y su monologo colgado al actor con quien “legalizo” toda esta horrenda vida regalada al narrador.

Un intermedio.-

El día antes de la actuación, un periodista de Nueva York me despertó, llamó a la puerta y allí estaba con una grabadora y dice: "Frank, quiero presentarte a John Lennon", ya sabes, esperando que yo jadeara y me tirara al suelo y yo dije: "Bien, vale. Pasad". Y nos sentamos y hablamos, y creo que lo primero que me dijo fue: "No eres tan feo como pensaba". Así que pensé que tenía mucho sentido del humor, así que le invité a venir y hacer una jam con nosotros en el Fillmore East. Ya habíamos contratado una unidad móvil de grabación porque estábamos haciendo el álbum "Live at the Fillmore". Después de que se sentaran con nosotros, se hizo un arreglo de que ambos tendríamos acceso a las cintas. Él quería editarlo con su propia mezcla y yo tenía el derecho de editarlo con mi mezcla, así que así es como salió esa sección. Lo malo es que hay una canción que yo escribí llamada "King Kong" que tocamos esa noche, y no sé si fue idea de Yoko o de John pero le cambiaron el nombre por "Jam Rag", se pusieron a sí mismos como compositores y editores, la pusieron en un álbum y nunca me pagaron. Obviamente no era una jam session, tenía una melodía, tenía una línea de bajo, es obviamente una canción organizada, es un poco decepcionante. Yo nunca he editado mi versión de las mezclas de esa noche. Frank Zappa 19 84

La muerte nada entiende.
Oprime al verdugo un segundo momento con la amada.

Estaba presente en un sueño infantil, despertar fue tan divino con lamisca enciclopedia, traspasaba las arañas complotadoras frescas; estupidas intransigentes, mataban gentes incapacitadas. Llega un modo luego el otro responde. AL acto sexo-nada paisano estrangulan al narrador con sus propias palabras de amor fantasmal. La muerte reclama:

- Enanos de entendimiento, me importa un bledo los argumentos. Entre ustedes un asesino esta con nosotros tratando de ser un reparador de vírgenes; penosamente con la moda se fueron viendo, digamos, prositutas. Pensemos en “le” mundo que nos da nada, eso: ¡nada!, y luego viene un tal nadador de oportunidades vendiendo esos orgasmo reproductivos cada 5 gesticulados expresos de media noche, no es por nada que mueran en tantas guerras tontas; esos… ¿como se llamaban?, bah, no los recuerdo, fumaban orégano y morían con SIDA. Estupidos vagos hijos de papá en lugar de enrolarse al ejercito; follaban como condenados escuchando cualquier payasada medio gay que se les presentara como moda capilar rebelde.

Fin.
Cero.