9 ago 2008

Solo espero que tu respires
Yun solo beso eso se sentirá
Hay un momento para el deseo
Y yo no quiero sentirte así
Déjame sufrir
Un momento junto a ti
Mirándonos los dos en medio del huracán

No reces al sol Loukass

1-2-3 palabras al viento.
Silencios y misterios del callejón.
Mas o menos, al calor de la noche. El sol y su eterno resplandor.

– ¿No es la luna una falsa canción?

–Sólo cuando llueve sin sentir las cercanías del dolor al momento menos esperado.

Radio tentadora: Buenos días sean bienvenidos al manicomio trapecio, inaugurado con restos del sabor troncal del fuego, evaporado en los años menos, quizás, con dedos sellados, al borde, ¡aferrando un sentimiento de lunas averiadas en todos estos años!; ruta terminal La sabemos cuando llegamos sin verdad, luego, abrimos, la caja torácica abierta. Pulsando los latidos del tiempo quejumbroso. A los pies del recuerdo evadido…

(…)
Trancapechos.- Alimento sublime de las altas tenciones modulares gastronómicas Cochabambinas; finitas, intranquilo, voluble a todo volumen. Silpancho. Papa. Arroz. Huevo. No obstante tal manjar, es una metáfora del peligro ancestral de enamorarse en tales tierras. Ya qué cada encuentro “tranca el pecho”; con vital emoción fulminante.(..).

[Con el gentil auspicio de:]

(… detrás del viento, hay un momento eterno)

1-2-3 misterios desorientados al vacío.
Mitómana encrucijada de la carcajada; doblegando los juegos prestados, del entorno social democrático; ¿?; no confundido con la serial introspectiva del delito anímico. Querubín gustoso del sexo grupal, entre animales, politizados, gentiles, o desorientados. Las nuevas tuercas para verte. Luego de dos años, suplantando recreos.

La palabra: sexo, vende de antojo al gusto, y luego muerde, sin saberse amar antes de tiempo. Quizás las mañanas del sol, naciente en fervor reluciente, sepan restar cada fracción terrorista del amor infantil que peca de sincero. O mejor aclarado; de cobarde, temor a una mala caricia y no quedar en pie. S.

¡ssssssssssssssssHhhhhhhhhhhsssssssssssssssss!

[(… es bueno confiar en el deseo, no pensar y dar ese pasó al beso…)]

Uno de verdad. Certero…

El viernes, de cuaresma, las reacciones de las alergias; a quien se deba saber; cómo lo soles de la calamina, que me miran; cuando quieren aprenderse de memoria los reflejos… cierto y no de adentro del espejo.

Todo sea por reflejo; por distancia. Por nueva Maña, por ayer, los nuevos, inventos de está colgadera; espiral que miran a lo lejos; cerca, juegos del momento, están contrariando la colgadera infinita y esperanzadora, con “los tipos” de sustentos, acrobáticos, deslizados al paraíso piñata, que… cualquier ñata; o Ñatita, respira su aire. Nuestros buenos aires. Nuestra La Paz. El bolivarismo terco y parco, la mañana sempiterna.

Sea,
sed.

Ser. Un recuerdo, perdido.

Línea.
Suspiro.
Décadas.
¿La mía?
A donde puedo huir, de mi historia.
De mi soledad.

Escapar contra errores. Que insisten en padecer de horrores.


Pero parecer.


Es tan mutuo, es como ir, de la mordida soñada; al vago intento “serial”; cada giro, mirando una sombra.



Buscando.



;¿Buscando una mirada?;




¡Egoísta!




¿Qué es el egoísmo?...





guíame
guía mi cuerpo muévete
alista el deseo
por que solo sentiré ardor, solo seré algo tuyo, cuando termines con los sueños y acerques el cuerpo a todos los argumentos planteados.
…y lo húmedo, seamos nosotros derritiéndonos.

Lluvia pagana.
Estrellas, y cielos entrelazados; miro al cielo, las estrellas, no me dan consuelo y busco seguir amando las distancias; mi corazón dividido por partes, tiene muchas dueñas; cuyos nombres se adueñaron de mis momentos, de mis adicciones, los rencores.

Los años.6. Despacio; la zona de los desencantos, la cruz y la espada. La rosa y la Espada. No supiste ganarte su amor, tontuelo.

Fue el sabor del mango, lo que me trajo a este trago.

Siempre se preguntaba que recuerdos quedarían en su mente. Quizás eran recuerdos vacíos, un rompecabezas que después de hacer ordenadamente y con paciencia durante toda una vida, se había empezado a desordenar pieza a pieza, al chocar contra el muro del Alzheimer.

Esbozos - Ana Belio http://anabelio.blogspot.com/

Un trago dulce, como puede un amante certero abrir su alma, cuando su dama; élfica o vampiresa; no suspira con su recuerdo.

Suspiro y terminales.
Juegos y malos finales.
-Silencios.

Esa noche.
Solo esa noche, solo ese momento, mi querida dama, mal nombrada anteriormente; me sentí vivo.
Los años, no la dejan partir de mis recuerdos, fuí feliz.

– ¿Por qué escribes?– Para parecer aparecido; desapareciendo detrás de mi pobreza… pobreza de ser humano.

Amando los silencios.
El viento y lo que no hay.
Caer.




Fármacos

En

vías

de

Legalización

CanNabis

(F.E.L.C.N)





Radio tentada.- Hermanos, todos convencidos en Cristo, y no en los último literarios fugitivos de una generación en degradé. Participemos en la sopa colectiva reencarnada sin ningún fenicio sustituto enclaustrado. ¿Sabes usar guiones?; inyectados de intenciones, gracias al gentil auspicio de FELCN; para su producto: “punto rojo”, presentamos una lectura de las coliflores liberadas. Poemario testicular, congénito sin jugos gástricos orquestados alrededor de un momento ventanal.

¿Pero realmente evadimos recuerdos?: no estamos creyendo que el tiempo, filtrando al insomnio devuelve las tertulias que no dieron resultado, tratando de concretar una declaratoria firme de sentimientos reales; ¿alguna vez le dije:¡¡¡te amo!!!?; tal vez sí. Pero al punto anotado, contratando neuronas frescas de remordimientos, decir tal disparate es una manera de saberse querido en el momento verbal extraído con tal agravio al lenguaje corporal, impredecible con tal lunar, y luego tal lugar, cual grada panorámica del silencio trivial, sin poemas fracmentales, calles disueltas en politizadas distancias. Rancias en todo momento. En cierto momento vi la luna roja, salí del cuerpo queriendo seguir tu rastro, tonto, bien tonto. Yo a mi mismo me encaro, con tal de evaporar está sensación aleatoria de “yo´s” cambiando cada cierto humor. O nueva negativa biliar del silencio/pasadizo/ripostado, enterado o menguado, si tales palabras existen; somos niños creciendo yo andando tras la luna roja, ¡bien opa!, era Marte pasando lentamente, enseñándome que no puedo amarte correctamente.

Sin ese afán que sabe soñar a lejos, cuando tengo que entregar un nuevo silencio; pensando en nuestra villana apuesta que oscureció el abrigo de ser primero un buen amigo. En lugar de arrebatarte las risas que solo yo puedo sembrar en tu mirada. Quizás ahora no menos, y menos quizás ahora, que en los buenos tiempos. Si me permites tal frase triste, adulzada con malas ficciones que no esperan sentir las miles de repeticiones. Tal vez en verdad no este dormido, solo silga creyendo estar a tu lado, como el sueño adorado, cuando te paseas pro el bella e inalcanzable. Los ecos de la vida me destiñen la conjetura moderada atrapada en la kilométrica resignación obediente al caos simulado con radares…

¿radares?

Ahora bien se podría decir que en el nivel neuronal no existe el amor, y que enamorarse es un epifenómeno basado en complejas y profundas interacciones fisiológicas

Kant y el ornitorrinco Umberto Eco.

Las luces enfrían cada insignia que pueda haber situado este aparato entre las muestras oscuras; que en un principio nos resuelven algún misterio pormenorizados de cantares averiados, di en verdad; se entrega la artimaña de andar despertando sin querer o haber aprendido a hacerlo. Mañana supuesta y no elevada, sin drogas ligeras u otras rasgadas miradas con los parpados hechos silencio. Enciendes la radio para saber si aún tenemos planeta por el cuál preocuparse, quizás, no, quizás, sí; pero al final eso puede rentar algo nuevo (como los hoteles adictos al turismo de náufragos conceptuales); escribiendo juntamente con los epitafios sobresalientes, un millar de fragancias remotas que no esperan saber nada del nuevo día y se inclina, ¿¡nuevo día!?; maldición. Dianas del cuartel acorralado tres pasos al derecho canónico oxidado de la esquina. Ruido metálico/no muy sepulturero. Rifss forzados cuando se trata de acaramelar los sólo de paranoia congénita del contestador averiado, que emite señales de vida sangrante en literatura moderada. Despertador y desarmador a la mano, olvido rezar las vísperas, sintiéndome mejor quiero drogarme. Solo un poco, nada del otro mundo mientras los noticieros intoxican la mentira. Pobrecilla, no se lo merecía. Mi calendario vasto en días patéticos enciende la rutina con los nuevos maniatados recovecos estatales abiertos del enigma recontando en lagrimas de sandía y venas abiertas sustituyendo las manos atentas.

Mi madre duerme tranquila.
Un señor patina en cinta, verde con letras de Confucio (falsificadas, hermana, falsificadas).-

Con agravios facebookeros. Está tratando de ligar con las muelas. Nada de esto pescando resfriados, cubeta y botas, y ese tipo de gorro estrafalarios; “menuda agitación peyorativa”; los goles de la selección mortuoria, las técnicas deportivas afiladas con trampas. Luego del desayuno, café con sal; tostadas frugales militantes del silencio estancando la presentación aburrida e incluso insatisfecha con la fechoría de la narrativa contemporánea, me gusta el desorden; que sí lo sé. Pero pretendo no tenerlo en cuenta ya que de tiempo las teclas se encuentran con este viejo habito de andar amándote despierto. Sea el caso no en un día como este. Si me puedo sentir atento teniendo por ello mares juntos, cuando veo cada gusto aleatorio delo momento / comentó/punto parte/alianzas afrancesadas por las terminales nerviosas, eso, eso, eso, mierda, eso, que sea lo que sea, pero eso, me da “de” eso, un beso, ¡no!; eso, ya sabe. No importa solo quiero queso radiactivo. Decrecer la arrogancia ya no muy bien lúcida como adolecente tardía. Cuarto de siglo, pillastre involuntario, si en todo caso, eso, sirve de algo, cuando ya no puedo fingir con las resonancias del colegio más próximo al desastre afiliado con los viernes nada zantos. La mujer ideal hecha de plastilina. ¿mosh; o pandino retrasado. Da lo mismo, cuando eso, que tenemos entre manos… ¿cara de masturbarse?; a menudo. AM. Y de actitud postgrado medio. Intelectual barato. Timbrando los sobre nombres de la patria para mis adentros, tratando de morir de un como intestinal, antes de abrir la puerta. Saludar, aguantar a cuanta vecina por vencida mía se de la vuelta en eso, que no era para mí atento celofán crustáceo un queso pormenorizado. Rimando como rapero noventero, eyaculando las mitigadas influencias Joeycianas e insanas de la ciudad abandonada, a su sola suerte; “paz y amor. La paz y su amor. Hacer el amor en un buen Motel de la Paz”; sin baritas con fotógrafos karmas esparciendo flashes incómodos, cuando se trata de una danza inocente de mí mamá me quiere cuando tomo la sopa de verduras en el desayuno.

La mamá del Peyo.- hijo mío; ¿otra vez pensado en esa chica?; soy tu madre. Es decir, no ves las publicidades de Sprite. En hora buena que ya no veas tanta televisión, cuando eras un chiquillo comodón burgués, y comías hamburguesas Clap; sáltate fuera del ascensor amenazando al gerente con atraparlo, por que eras un caza fantasmas. Vamos Peyo, peinarse no es tan malo. Si esa chica te viera con los ojos limpios de lágrimas postizas, con un corte moderado de actitud grunch. Estarían bailando juntos algo propio de los enamorados morados del frio de estar besuqueándose hasta altas horas de la noche; ¿comiste algo?; ¿dormiste en tu cuerpo?

[Bajón literario del renombrado asunto]


Radio tentada.- Ahora que tenemos en algo su atención pasamos a resumir nuestros titulares, de la fecha congénita. Pero tenemos una llamada…hola, hola arroz con bolas de ajenjo;¿Cómo estás?; ¿Quién se supone que eres?; dinos digamos, pero luego danos la mano saludando al julio. ¡No!: perdona de Julio el gran día. ¿Agosto, la patria abajo cada 6 de agosto?, mala fecha, mal nombre, por lambiscones nos llámanos Bolivia. Y los estúpidos chuquisaqueños no aprendieron la lección. No pueden asimilarlo, doscientos años, entre lagunas y juntas vecinales del nuevo mundo tercer en escala política conflictiva, pensamos en serio con los dados cargados… muy buena elección, ahora los dejamos con el grupo “al descubierto tarantinesco sin cuenta en Facebook; coro tres, opus 7.com” (punto)

Estéreo incorrecto/ los payasos que salen de las paranoias, mueren de pie
Delante su cañón mutante, saludando al enemigo con una piedra filosofal, si tal, cosas como “eso” tiene la bondad de existir/reparando la alarma del despertador.

"[(Macrotips de antimanagnent CREARE)
I. Buscar la idea “big bang”

Las ideas, al igual que las burbujas, flotan. Las burbujas en su elemento natural: la cerveza; las ideas: en el debate (Socavónica dinámica de los fluidos).
Una idea precisa en su entorno puede generar otras más que se traduzcan en acciones. La búsqueda de la misma en una fase importante del antimanagnent CREARE; aquí llamar a la idea “big bang” requiere de una serie de braistornings y mindshakings conducidas no precisamente por la misma persona, pero en lo posible en el mismo lugar (Socavonismo in citu)]
"


Modelo básico de antimanagnent CREARE la otra forma de actuarIlijic Crosa YerkoResonancias de una generación / Análisis del accionar juvenil (1996 – 2003) Experiencias “CREARE” y “30 no son 30”. (varios autores)

¡Está nevando!

Eso significa que el cielo, si se cristaliza estará pensando en cómo caernos en cima.

Ya lo decía yo, se traía algo entre nubes, no puede ser tan gentil con sus azulejos cielo, todo el tiempo, inspirándonos tantas malgastadas maravillas. Si en ese caso esto se cierne sobre nuestras cabezas. Odio los días que no tiene la menor idea de donde vivimos, en diciembre a merced del veranos vemos tipos en cuenta foros y de rojo, barbones canosos con sacos esperando robarse un niño viable en la venta de órganos humanos en el mercado negro gótico. Creo, no puedo afirmarlo.

[&]
Lo sé –menos.-
Ayer, dormido, me recogí del tratamiento de autoestima. Situé varios momentos felices de mi vida sin nómbrate, tenía la mente despejada y en todo caso lo que estuvo por nuevo toleró horarios jodidos. [&]Captando una nueva idea con los miércoles que olvide, tolerando la lactosa sin estampillar n a ningún nutriólogo entre todos los impuestos que pueda orientar al precipicio tronando los dedos y necesitado e sentirme aceptado; me infiltré en la primera fila que pude ver, por allí, sin seguridad corporativa evitando que todos los vagos del mundo se cuelen por ser creativos.


[&]

Todos tiene trajes armados con los restos e cerebro no dañado por usar Gel, creyendo con buena fe, que tal adefesio capilar resuelve la falta de respeto por el mundo común con nuestra musa femenina constante. La señora de los periódicos, la que vive en un constante periodo onírico, todas ellas vivas, en sabiduría, pero muchas veces a merced del machismo….

Secretaria: Buenas tardes. Como está. Me parece usted, viene a ser uno de nuestros clientes. Dígame cuál es su experiencia laboral. Ninguna, vaya, en sí todo es mucho. Pero bueno, según este papelito usted parece un buen chico, novato en cuanto a amar se refierte. Pero bueno, ¿supongo vien por lo del trabajo.

Peyo: En realidad quería saber si estoy dormido,

Secretaria: Es muy a menudo, con la tecnología podemos satisfacer sus más últimos caprichos.


Observatorio introspectivo: ¿Sabes qué día es hoy?

Trasmisión orientada por periódicas paranoias insolubles en risas: no hay menor rastro de tal evento. Tal vez nunca es hoy. Me vence esa idea, quizás, solo sea un suspiro. Nada existe.

Existencia.- Bisagra adelantada al contenido numérico del fresco entuerto.

Hora 20;
De la mañana mucama se da la misma entrega, cuando llena de respuestas.
Hora 22; ¿viste a ese tipo?

La chica de la hora 23: Estoy segura de que nada en el mundo tiene un vital sentido para ti. En fin, no soy más que un trasquilado evento de líneas sueltas, sin coreado afán de adquirir los villanos segundos dobles que muerden los labios vaginales con eterno respeto. ¿Qué sí vi a ese tipo?; cada mañana desde hace algunos años. Lo tengo grabado en la memoria, levanto la caja de dulces agrios y está allí rondando mi cabeza. Quizás seamos lo mismo. El me está inventando con un dialogo modesto. Y yo solo estoy describiendo lo que creo, de él, cuando lo sueño. Si saber destilar un herida moderna, sin causar daños modestos. No lo sé.

Ella levanta la falda, y mira con rubor el tatuaje de un cuaderno rojo. Son sus poemas tranquilos durmiendo en la entre pierna que nunca fue seducida sin un buen tratamiento de palabras melosas; destinadas a madurar en todos los nombres eléctricos. Recuerda un trazo del anzuelo teatral característico en la escena moderna, congénita y tripp. Justo Capilar. Limón sin dolor, al calor del gusto pop, popurrí, mi-do/Pepsi; con sal, con limón, con alcohol. Fracasado gemido terrateniente. Judío, pero nunca jodido, con burbujas, buenas rolas, Tengo varios amigos que usan rulos picados. ¿Sombreros y nada más?; me da igual.

(Abre al cuaderno; hoja fisgona rasgada en lugar de estar anotada; con una jugosa tonada elíptica desvistiéndose al clamor de la guerra borrosa, contra mil mares suturado) [:]

Hora 44.

Telón abierto. Conforme se abre el telón se ven partes de una ciudad perdida, como si toda introducción fuera parar a ninguna parte. El personaje no tiene mucho aire en la mirada. Termina de abrirse el telón, el teatro estañado cubierto por nevados. Cerros lujuriosos quizás, puede aplaudir as i mismo al doblar el espejo. Las luces se encienden. Son verdes, y pasan muchos carros funerarios arrojan muerto a las butacas. Apagón en la ciudad ficticia; ¡miles de naves extraterrestres pierden su rumbo estrellándose en el parlamento. Todos los técnicos ausentes, emiten votos por el criterio profesional, logrando recovar la inventiva de la cotidianidad latinoamericana… total para una nueva versión I-pod la humanidad este extinta y bajo tierra, escavando túneles, para encontrarnos con los ancestros caóticos. Fu-man-chú y Carolina del Norte. Pero la Sureña es mucho más patriota cuando se viste de gala porno. Si tribus nómadas que persigan los años vistiendo monos con seda. ¿Por qué le dirán mona?; es uno de los tanto misterios del personaje. Quien no espera otro grito en la historia y busca luces rojas. Con ese aspecto la secretaria mira la sutil predisposición del público a un viaje colgado. Tramita sus encantos y regresa al principio del corte notario. Baila para sí misma en la cinta, luego fría regresa a su postura retorica…

Secretaria: como trataba de decirle estimado señor, que no recuedo haber conocido en otra vida, debe llenar este formulario.

Peyo: ¡No puedo!

Secretaria: Entonces me obliga a ponerme fea y sacudir sus recuerdos.

Radio Sordomuda.- Buenas noches mis camaradas de la hora, menos mona, de la tela vestida sin sedantes. La próxima canción es un hit entre los recuerdos, pero no da más top-ten, teniendo en cuecas formidables “fusionadas” con las madrugadas encantadas, es mil años. Y no llagas atómicas. Será en vida, pero nunca mentira de la metida de pata sin tapar este frenético movimiento nocturno de pasadizos.-

[Soy muy pobre
para poder amarte
no tengo una moneda propia, no tengo carro,
y constantemente tengo catarro
pero te quiero.

Te lo digo, muy sincero
sé que todos estos años son pañuelos mal doblados
ya te digo que soy un pobretón.
También como recordaras sufro de tontera crónica,
me gustas mucho, eres mi pesadilla preferida

Adoro despertar contigo en la mente;
no tengo una moneda limpia, tengo deudas y sufro de paranoia.
De grandioso no tengo más que dos osos.

No tengo futuro, no sé si mañana estaré en pie.
¡No tengo nada!; solo la mirada atenta a tus gestos, la tinta los dedos de cartas que nunca fueron geniales, para dártelas junto con mis labios sellados, quiero escucharte toda una eternidad reír.

Ha pasado mucho tiempo; para que te diga; que yo seré el único en algo tuyo.
Quizás hace años, podría haberte dicho que nadie te haría reír como yo.
Quizás hace años, podría haberte dicho que nadie te amaría como yo.
Pero eso sería mentira, no tengo nada bueno que darte, nunca tuve un presente para ti.
Ha pasado mucho tiempo; para que te diga; que yo seré el único en algo tuyo]

1-2-3; trizas de las suspiros que no emiten contienda. Los días de la moderna reverencia al computador. Hey, mí nariz sangrante sin líneas blancas recuerda que el Mortal Kombat no s tan fetiche del antagonismo recreativo, orientado por los juegos gástricos que descomponen la territorialidad. Sin banderas, sin restas, o sumas. Las distancias son causales y monótonas.

1, 2, 3; palabras al viento sin tiempo que no espera un beso, tan solo uno.

1.
2.
3.
Tu nombre de Diosa.
Las rosas engañadas.
1-2-3.- Flores violetas contentas con estas palabras, en la ciudad.
1-2-3: versos que no dieron la resaca del momento, con todos los falsos argumentos, con las mentiras y los miedos. Las pesadillas; recordando la fiesta, los pasos de baile, la chica ebria y el monologó de la felicidad. 1-2-3; tenía miedo de acercarme y tomarte por la cintura, depositar mi vida en tus labios, trazando con mi piel una vida nueva en tu espalda, acercándome sin miedos.

Tenía miedo.

Un día caminaba, contando catedrales, las sombras del moderno recuento de votos; revocando los mandatos del deseo, buscando una estrella fugaz sublime. Camine sin saber dónde ir, luego seguí amándola, cómo quien persigue las caderas del justo y atorado deseo, colapsando sin llenar lágrimas nuevas con versos de mil días geniales. O esos días geniales. Aquel hermoso momento. Aquel penos encuentro. Las citas a medias, tacos cafeteros, mosquiteros entumecidos por nuestros pasos, las rojas coincidencias, el empanadeo fortuito de medio segundo.

Pero hay algo que nace en mí cada mañana cuando tengo, las dudas en la muleta y sacudo sus polvorientas grietas buscando algún significado; ¡entre años de cerca y tan lejos, sin sentido!

Miro lo que no hay dentro del espejo, me desprendo de los miedos; miro dentro mis ojos buscando algo de los tuyos para seguir soñando despierto, con días que tengan algo humanos, y profundo para entregarte algo mejor, único.

[¡Perdona que sea tan repetitivo!]

Tengo miedo, de que todas estas palabras sean para ti un segundo fracasado de nuevo obsesionado.

(Ojala…
… sea una obsesión. Ojala
fuera combo de terapia y yerba.
Porque así este amor estaría privado de la redención)

Tengo miedo de la eternidad. Porque tu odiosa diosa cazadora que no creé en la matrimonio; lo digo en plena retorica troyana de caballos bloqueados en medio de la carretera informática, tratando de entregar todos los corazones que tu mirada despoja; a tientas tu belleza es la luz con la que puedes entregar un momento de magia, el placer de tu risa, cuyo sonido sigue en mis células cada día; evocándolo en todo aburrido espasmo descubro: [(… es bueno confiar en el deseo, no pensar y dar ese pasó al beso…)]: una idea: ¡Juré amarte por está y TODAS las eternidades!
No tengo una sola moneda.
Pero tengo la mirada despierta.

No tengo un buen futuro;
Pero tengo la cabeza llena de ideas. Tengo los bolsillos llenos de bromas, tengo las manos seguras para dártelas cuando quieras, puedo arrancarme los ojos y regalártelos, tengo las piernas dispuestas caminar por ti donde sea, tengo mis temores, tengo mis dudas; ¡No te conozco, no sé quién eres!; pero quiero la vida, de mil vidas para despertar a tu lado y descubrir algo nuevo en tu gracia esplendida; quiero lo difícil de lo bonito, para que lo fácil se pierda en cada desayuno, quiero que la verdad sea tuya, mi verdad tuya; ya que mi alma te pertenece, desde ese momento al teléfono…

[

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica. Difícil es ocupar el corazón de alguien...
Fácil es soñar todas las noches. Difícil es luchar por un sueño...
Fácil es prometerle algo a alguien. Difícil es cumplirle esa promesa...
Fácil es decir que amamos. Difícil es demostrarlo todos los días...
Fácil es llorar por el amor perdido. Difícil es cuidarlo para no perderlo...

(al parecer anónimo)
]

No te quiero. No quiero que me quieras. No quiero, solo vivo.
Durante años, he sido un cobarde, y un niño para recibir tu amor, he sido un cobarde. Pudiendo haber estado todos estos años a tu lado como un amigo verdadero y no un tarado remontando palabras. ¡Me perdí!; con el rencor de estar solo, de que el único amor que mi vida deseaba estaba lejos, y no posaría su mirada en este cuerpo.

¿Acaso no lo merecía?
¿Acaso no merezco tu desprecio?
Lo sé. Y estoy consciente.

Lo único que quiero es ser digno de tu amor; sin importar que me lleve una vida entera crecer para ser. Ya que cuando miro al espejo, del reflejo de cada espacio que me recuerda algo nuevo, y de nuevo algo nace, una fuerza y un don para seguir avanzando, caminando sin destino y tu nombre sellado en mis labios, cómo ese extraña cara de la luna oculta ante los atardeceres profundos... Tengo la incertidumbre amaestrada debajo de mi cama, los horóscopos cancelados.

Flor violeta: ¿Peyo me recuerdas?; soy el regalo de tu dama, quien gentilmente me ofreció a ti para acompañarte a La Paz. Olvida tu ciudad mística, y encuentra la paz en tu alma, sin necesidad de tu amada. Mira dentro de ti y busca algo maravilloso; lo que hace que sigas suspirando cuando ella aparece de alguna manera. Nunca olvides, no te fatigues; ya que debes recordar el daño de tus palabras soberbias y engreídas, nunca bajes la cabeza, nunca olvides lo tonto que fuiste; cuando hiciste que se preocupara por ti. Eso no es amor. Recuerda que vivir es respirar su nombre con alegría. Recuperaste el tono de tu voz, para cuando digas “te amo” estés completo.¡¡¡ y los más importante!!!; aun ella no te ame, todos los días rezaras a Dios por que sea feliz. Y cumplirás fielmente tu juramento; si logras atravesar esta vida, completamente digno, será porque aprendiste de ella a ser humano, a ser un hombre, a ser un mago, a ser un niño, a ser llokalla orgulloso…

[… y por sobre todo: a ser el Peyo…]

Hace dos años, miraba la ventana del portal místico, mi ciudad analítica de luces bélicas, profundamente políticas, girando con todo fervor, patrio e intranquilo, al momento transitorio, del elemento liquido. La noche se dio con la manzana incorrecta y una vez más en tu ciudad, la noche noica, despertó en la cabecera; ¡sin título de amante! Nada perduro tanto tiempo sin cenital evento, los brazos con heridas parecidas, y luego marcadas en un película indiscreta, pantalla y mala carcajada, de la calamidad testaruda que uno cuando uno por uno [metafísica numeral averiada (x) menos libidinosas y vidrioso exagerado]; iba deslizando mis pies, por la parte trasera de tu universidad. Vi aquel lugar, donde me diste un beso, cubierto de flores, no solo violetas, como si algo germinara desde aquél entonces; lo tome como una señal, sin preocuparme en desintegrarla con razonamientos; el veranos y la primavera pasa, la madre naturaleza, nada parecida con la mamá estimulada de los pitufos… Ver aquel jardín fue uno de esos pequeños milagros de la ilógica forma de amar sin pensar y solo sentir.

[plasmando recuerdos, solo entre noches entumecidas]

1185 palabras a la retina.
Con cintas de metal; la noche no termina. Los sueños son lentos con un aletargado aroma plebecito en dolor fragante. Sin una y otra jurada resonancia de ideas. Dormido sin duda. Creo, estarlo, ojala no uno de esos sueños con ternos, o medias pantis, o un grupo de marineros abrazados de un truhan de la tuna española. En verdad tan bien postergo lo dirimido sin motivo alguno, de lujo. “coca cero. Zero coca-cola”. Pastillas para la toz. Love. Love, jarabe tentacular de esas tontas y agresivas palabras, retocadas a lo menos camino por un laberinto nublado nuevamente. Como todo engendro moderno sin sitios in vitro. Damos de lo mismo, sin llegar, a ningún sitio. Ella es decir, tú, apareciste en mi sueño soplando algo nuevo; ibas de viaje, y te detenías / caminábamos juntos, te tome en mis brazos, y era feliz. Debo admitir que también parecías feliz, se que era un sueño y que no puedo decir, que seamos el uno para el otro, aunque quería decirlo, pero en la verdad uno debe aprender que quizás si somos el uno para el otro, es cuestión del destino juntos, si tal espacio se da alguna vez; tú hablas mucho, solías hacerlo; siempre que recuerdo nuestra primera conversación no puedo dejar de sentir cariño por tu padre. ¿Importaba tanto que uno o el otro tenga la lengua desmedida?; locura intranquila, sobrando lo que no es. Tenías que irte, me sentí mal la noche llego, y de pronto me vi durmiendo en la puerta de la residencia presidencial. Esa parte no tiene sentido.

De pronto, en el piso, pasan muchos automóviles, yo quisiera dormir un poco más cerca de cera; ¡es normal!; tengo miedo de qué algún ebrio me averié el careno con su carro: Y perdería mis neuronas, las trágicas y las consentidas, deplorando cada inyectado recuerdo de amor y serios momentos a su lado. Créanme ustedes… ¡sí ustedes!; todos los conductores atorados en este encanto terminal no pueden ir atropellando personas; por muy estúpidas que parezcan durmiendo en la puerta de la residencia presidencial. Sí sirve de algo, yo no tengo la menor idea de que está pasando, para no variar… olvide todo.

[¡Hola! Soy yo... la chica del autobús...

¿Recuerdas?

¿La última gira?

Bueno...

La información no es conocimiento,

el conocimiento no es sabiduría,

la sabiduría no es verdad,

la verdad no es belleza,

la belleza no es amor,el amor no es música,

la música es LO MEJOR...

La sabiduría es el reino del Saber (que está extinguido).

La belleza es una corrupción fonética francesa

de un adorno de cuello actualmente en resurgimiento...

(Packard Goose Joe's Garage Frank Zappa)]

Recordé que los niños de los barrios vecinos, en carnavales ensayábamos guerras por si algún día tendríamos aviones y tanques llenos de aire plutónico; y podríamos invadir cualquier lugar; nuestras pequeñas escaramuzas nos dan en la jeta. Crecimos rompiendo vidrios a globasos, pensando que seríamos buenos chicos e izquierda aptos para todo tipo de manifestaciones. Crecimos sin entre guerras del agua. Guerras del gas. La guerra del Anillo. La guerra de las galaxias. La segunda guerra mundial. La tonta guerra de los sexos; abriendo nexos con los puros instintos de ser y seguir yendo. Las calles me conocen como quizás nadie, he vivido en tanto lados, llevando mis posesiones en la mochila, durmiendo en el pienso de las tías buena onda, en un momento; en otro, brujas temibles. Abandoné toda secuela de estudio y camines, por todo lado. Aprendiendo que el tiempo muchas veces pasa lentamente. No llegue a ningún lugar. Nunca tuve donde pasar la tarde. Camine, sin saber dónde ir, seguí mis pasos contaminándolos de ideas, estrelladas por esa retorica realidad. Quise caminar a Cochabamba. Me gustaría caminar nuevamente con ella, tomado de la mano. Caminaría una vida a otra por conseguir una flor para su cabellera gladiadora. Aprendí a caminar nuevamente esperando ver el lado oscura de la luna, invocando sea mensajera de mis sentimientos, tratando de entender la ventana que pueda arroparla con un beso tierno mientras despierto un nuevo motivo para amarla, de los miles de segundos que pueden contar con alegría perpleja.


Una sombra: Hola Peyo; ya que estás recordando. Mírame bien y dime como debo regresar al tiempo donde éramos felices.
Viajo sin querer hacerlo.
Colgándome en todo reflejo;
Que contenga parte del destello
evaporando todo codicioso deseo…

El diablo del espejo: En eso te veo, como estás tratando de moverme sin artefactos lujuriosos; estás devorando nortes, del justo espacio. Perfecto. Eres un niño soberbio y ególatra, quieres sorprender a tu aldea, quieres ser un genio, para ganar la admiración de los habitantes; ¿empezar por tener el cariño de tu amada, no sería mejor?; encantador modo de seguir dudando, vamos levántate del piso abre tus secretos, deja de tenerle miedo a las ventanas. ¿Puedes levantare?

¿Por qué habría de hacerlo?
Me levanto cada mañana pensando en ti; mi vida menguante. Musicalizando el asunto de estar despierto sin orillas nuevas alrededor de los ojos, marcas de llantas, o cicatrices románticas; escribiendo lo que recuerdo. Estallando en lo que añoro y volviendo del secreto retomando mis cuerdas vocales como espejo horizontal del cariño pormenorizado al aire que respiro.


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿ES POSIBLE?????!!!!!!!!!!!!!

Hay un error en esto, debo consultar, con el concejo editorial catastrófico que emite pulsaciones; alrededor de mi organismo, de repente sin previo aviso, estoy muriendo muy convencido en lo que digo, sintiendo agrado por todo lo que piso, algún aspirando intento fallido de ventolera toscana andina corregida, medio, intenso, volviendo sin toallas, o las menos mojadas, que no eran lagrimas, sin techos pesados , o cielos cayendo encima, peligro ligero, toxico corpus infatigable; murallas luminarias corondas como tablero encima de las damas, chinas, muy chino, la muralla artrítica, vendas al mediterráneo, mares e insofacto, del infarto medico que no tengo seguro, me duele la muela, y sigo respirando; viendo niños, en todo lado, jugando con cabezas de repollo, no por favor, las verduras, son amigas, no comida, no se las jueguen al destino terco. Meditando o sediento, lo enredado al revés sin asiento seguro en la catedral rota, emigrante sureña colgada, sin terca fractura modular en palabras señoriales, cubriendo delirios juguetones, coloreando animales míticos, desdoblando argumentos, volando discreto, drogándome con una llamada telefónica, aspirando las líneas letradas, mirando las pantallas, corrigendo perfiles, persiguiendo diosas cazadoras que no quieren cazarse/para/ que ella al darse vuelta me diga: “hey Peyo, ve por otro lado, solo soy un mito terrenal neo marxista colonial insatisfecha con la divinidad”, buscando a la chica terrenal, cuyos ojos me dan una respiro milenario, encubriendo fuera del espejo lagrimas penetrantes, respirando tranquilamente, planeando como estar a su lado, pensando en algún nuevo plan, tratando de no parecer tan infantil, la próxima vez que hablemos. Las flores me dan risa, las nubes medan risa, las brisas me dan risa, todo es hermoso, el tipo que sale del trabajo, incluso me parecen agradables los seres humanos, todos ellos, ¡abrazo a esa señora; no sabes cuánto la odiaba!; todo me parce bonito, incluso los dobles de la mantequilla, tengo que gradecer a dios, por seguir respirando. Y eso es extraño.

Estoy levitando, veo la ciudad, extraña, de actitud hormiga, despareciendo poco a poco; no tengo una maquina voladora, si no un latido persistente. Me doy cuenta de algo; ¿Tal vez ella podría amarme?; es imposible pensarlo, ¿comprendes?; tal vez sea alguien; a eso me refiero, no soy solo un perdedor destrozado por la vida, quizás, incluso pueda tener en las manos una cometa; encarno sus adornos, y me doy cuenta de que puedo ofrecerle pese a ser un pobretón:

Estrellas nuevas.
Risas completas. Días mágicos. Realidades conversas. Mis manos para caminar, mis labios para callarme y escucharla. Mis ojos si necesita llorar. Mi compañía madura. Mis infantilismos. Los recuerdos. Mi historia completa. Todas las verdades que pueda darle. Artefactos luminosos. Poesías rítmicas. Toda historia que pueda dedicarle. Canciones esporádicas mal cantadas. Tesoros inigualables. Mi amor por todas las eternidades. Mis quejumbrosas molestias. La cordura. Todo lo que pueda conjurar con nobleza. Actos humanos, heroicos. Confusiones sublímales. Mi cuerpo, la sangre en todo lo que escribo para ella. Mi mente atenta a sus deseos. Todo mi ser, mi alma…
Estrellas conocidas.

Farol – tiempo – pasadizo – fe.
Me gustaría seguir en las vidas anteriores.
El semáforo que en rojo, no da tiempo para cruzar, es decir, me complico enredándome, pensando en cosas sin sentido. Rojo. Fui comunista, no. Me gusta el rojo. No. Bueno casi digamos que si…

– ¿Le molesta que le cuente mi historia?; no la veo muy contenta, y algo aburrida.

– Por si no se dio cuenta soy una estatua; tiesa y aburrida.

Definitivamente en estos días una conversación cuesta más neuronas que sentimientos; los focos del semáforo, los carros funerarios, las petas, las patrullas de policías, pasan. Ellos avanzan yo miento para quedarme quieto, sin un posible aumento de tiempo, por el restante perdido. Soplando silencios, miro como el sol martilla cada nueva vertebra con (o sin) cáncer múltiples de los fósforos acrílicos goteantes o l – l – lo_lol_/lo/ cool. Cel. ¿cel.?; ring, dong, ming: lo, estorbado mundano, con un aparatejo con celulitis vibratorias, ¿no es muy estúpida esa clase de personas?; quiero decir, ruidito, ruidito e incluso gemidos, con tal de ser sobresaliente en la efemérides yugular, clasificando contaminación acústica como emblema moderno del retrato salvaje. Piensa usted; si usted, pero valla la menuda penitencia drogada con hípermelodramas vivales urbanos mal educados viales. ¡¿HEY?!; no Help. No ple-ple-ple imitando un cantico frantuché oxigenado a menos minos, líos en torso… Si pretende seguir mirando me con cara de ayer no hay verduras limpias ni duras, uvas drogueras punkis, militares o militantes, gazpacho o trucha ahumada en sahumerios miles, sin por doquier. Do. Mina. Sí minita de oro eso de estar mirando; intimida e imita la humanidad forajida con actitud de mimo trasquilado. ¿¡Qué!?; o mil. Es decir, milla. Digo mil, a mil, no millas mil, vil, quizás, pero intriga fonética esa que me representa en fresa pormenorizado con toques de adulto contemporáneo. Mitiga si. Sin ver así, como usted, dice aquí:”hey estúpido es tu telefonillo móvil sonado, tronado y colmado llamándote, ¡¡llama, la, lalla, “lla”; la, la, la, tra, la, la, la; llama, imilla bien linda, ha, ja, aja; no creo que sea una jovencita cachonda!!; contesta ahora, sin la duda que ilumina la máquina liposuccionada de esta encrucijada moderna del asfalto antiguo testamento férreo a tradiciones nómadas”… piensa avanzar entre todos los autos, los robóticos y los mecánicos adhesivos; tendrá suerte si llega vivo al frente, pero antes de eso, está esa jerga del buen ciudadano no piensa usted en eso, como puede serlo y no ponerlo en vigencia sin pensar ni un instante que... ¡¡¡krash!!!... hic. Pobrecillo. Por idiota se lo digo, ya que no tendí ni “jota” de lo que usted me dijo, ahora, se va quedando sepultado bajo las llantas, poco tejido, nébula a poca; los niños de la vereda del frente le toman fotografías con su teléfonos celulares; ¿irónica la frase?; pero moderna sin duda, cuando suban todas esas imágenes a la red como: cabeza “como” pipoca reventada, contra una hummer contorsionista .be. bip. El celular de un idiota con hipo… ¡A, bestia soy el idiota!

NOKIA: Señor Peyote Ramificado.-

“¡¡¡Sabe cuanto tiempo mal invertido, en tratar de comunicarnos con usted hemos perdido!!!”

Yo: Señores de la voz interna del NOKIA.-

“no tengo la menor idea”

Los señores diminutos que emiten sonidos dentro el NOKIA: Usted “yo”.-

“estamos plenamente consientes de que usted no piensa; y por ende no tiene ideas”

Yo: al NOKIA ofensivo.-

“¿puedo saber con quién mierda estoy hablando?”

Todas las vidas del NOKIA: al Peyo, con patada voladora.-

“¡¡¡¡¡QUÉ!!!!!”

“¿Quién es usted”.- digo yo.

Dicen ellos.-“¡¡¡¡¿¿¿perdón???!!!!”

ACTO Primero:

Las salvajes voces del NOKIA cobran vida, saltando de la pantalla en forma ejecutiva con trajes desmontados.

Peyo: ¡ups!


Acto segundo; luego de ser amenazado por los empleadores de ser despedido; El Peyo se entera que un meteorito está por caer en la ciudad. Por eso, no hay luces verdes para los peatones. Democracia en vitro sin lugar a dudas. Pero bueno esa palabra “duda”, dura tanto, como esas canciones Zappatistas que no rolan ni molan, si no absorben en cada sintonía auditiva devorada con la simetría del instante. La realidad huele a mantequilla con mantenimientos sorpresa a cada fruta prohibida que se retoca en la garganta masculina, del deseo tibio e impar colgado en pensamientos hermosos luego de un soplo de “troyas” colegiados. En lo incompetente, no me quejo del trabajo que tengo; total no hago nada, y me pagan para ser el peón que custodia al caballo; es humillante, que importa, no hay voz ni creatividad estocada con cábalas perseguidas, durmiendo en lo íntimo, sin acción modelada en monedas coleccionables, ficcional gustando del mareo torero limpio que no impide seguir creciendo. Una noticia partícula victimaria sin flatulencias; hace poco soñando, ahora en realidad, veo como avanzan los tanques Rusos. Las mulas autonomistas. Peones iguales, a mí, pero felices sin mi vocación de alfil conspirador seguro de poder derrocar al rey. El velorio de la Reina, viuda negra, emancipada con todo el cortejo fúnebre. Carros festivos del intestino biliar anárquico que acompañan la muerte de la soberana. Caravanas de gitanos urbanizados, modelando toda clase de tripas llenas con impuestos no entregados. Bicicletas motorizadas en modas juglares festejando, tosiendo, molestando al cambio semafórico que nunca llega; mitad peatones, mitad conductores. Carromatos chapados en antaño, coleccionan “despacio (“s” [sin serpientes])”. Marineros que trasportan autos de buen gobierno sobre sus lomos. Migajas, en avalanchas de micros. Mini faldas en deportivos, encarcelando ricachones tontamente orgullosos de su hazaña. Coches brujos. Medias bujías sin precedencia. Autos sin llantas. Llamas de contrabando. El carro de bomberos repleto de ardillas. Los bomberos unos encima de otro, y todos en una patineta; persiguiendo su carro. Ricky y Lito en formol. El sargento pasto. Ovejas en patines. La chica chick chekeando a los peatones, para atropellarlos; me mira, prefiere no ensuciar su lujito conmigo, sigue y se va. Siguen pasando, la rana del juego, saltimbanqui la ranita; otro noventero melancólico quiere ser la rana. René le dicen, pero es un amigo muy avaro para comer jamos a diario; salta, de techo en lecho y cae arrestado en el descapotable del juez fregón; ¡hey tío asesino a la mucama limpia!. Batman tocando la bocina desesperado, tiene que salvar al presidente de un complot; de desespera salé del batimovil molesto pateando a todos los parlamentarios payasos, viejo, no es para tanto. Mono patines llevando la reserva del producto interno bruto tan rápido ni franco. Miss trancadera, tiene variantes en camioneta. La neta en comprimido histórico aureola pagana. Todo en lo que uno muere.

Estando esperando, parado depravando cada instante que no surge como Dios melancólico, del hurgado tradicional fisgón justiciero que huye del retorno mentado, sin darse en la frente; con pastillas de menta suave y noche protestante; silencio. No sublime. Arriba del hígado contraatacando las lagunas mentales… Como está sin duda, alguna de irse. Mirando atrás, escribiendo fundamentos pedeados. La limosna truncada con los vale todo en un atardecer mentiroso; ¿ju.ja.mí.jo.ho.ha? ¡Miente!; por no decir otra costra, en la herida creciente con años modelos, gimoteando contra toó, todo, toz, coz de estante mal tapado. Amor. Luego solos de paranoia, desojando margaritas. Quiere… quema… levanta… musicaliza, estornuda, y nunca se puede pensar en ella desnuda. Miedo, y temor, lo que dice en bajón, mega cuadrado anunciando torpes miramientos sin palizas respuestas, con jugadas diestras en saber callar los sermones al sol, por irse sin dejar un buen día… ¡un solo buen día!... nada de buenos días: señor, joven, niño, jovencito, patroncito pásame por la vereda, peón, muchacho apúrate con el mandado, llokalla atrevido, mete mano donde no sabe meter lenguas, mandadero con miras al matadero, niñitoy, hijitoy, toy freak, tontín, tintorero, lelo, torero de besos, toreando bofetadas, retozando agujas, modelo de cadáver comedido; ¿alguien me podría decir que tiene de nuevos?; perdón: buenos. Nada. De nada sopa y vaina, suplantando postres varios, de lo desvariado y me da igual ese juego redúndate que no emite señales discretas para emerger de una bue-nada-na literatura postiza, como losa injustificada sin silbidos sublimes. No toy, si toy. Noche semáforo en rojo. Sigue en rojo.

Rojo, rosa, las pantaletas indiscretas de a que la chica del porno site, sin ida, eran roj@s; los labios de mandrágora que tenía cuando besaba lo que restaba de su sombra en lo pardo, contraído; sibarita, sin ficción; como el amor, al rojo. Casi mi camiseta si la panceta en vino tinto como enrojecida. Ese sonrojarse nada constante.

Creo que ahora estoy sonrojado, aún codo me doy cuenta de lo enredado de estar vomitando estos pensamientos.
No puedo dejar de pensar en ella, y aun así remontándome a todas las veces que incluso nos vimos en rojo… no me doy por vencido, con este rubor enloquecido e lanada, no es ella, no es Cochabamba, no son las rutas agrias, no son los años de enamoramientos paganos. Mente y fe. Refrescando lo que no es ayer, sin verde, sin teñirse, en rojo, taladro paceño anotado, como sea, esa es la enigmática fragancia que no urde con las rentas del olvido a lo nuevo por repleto completo, sin estancar aún rodando lo eterno, meditando silencios nuevos, aún está calle implante deleitada con lo andante.

Sonrojarse.- asomarse con el rostro, en la ventana de un mundo femenino impredecible y hermoso.

¿Alguna vez tuviste esa impresión de estar en cámara lenta?; todo gira, pero no lo hace, ni una pizca. Ni un átomo en movimiento. Nada se estremece, mi semáforo está en rojo, luego muda a una especie de simbiosis con su entrono, las personas desaparecen, solo quedan los carros que no son otra cosa que luces en movimiento; puntos ausentes de toda textura metálica infringiendo con las carteras al espasmo lucido contra todo menester que no era diverso, ni absuelto, esa democracia representada de lo representativo de ir moviéndose poco a codo, mintiendo en su forma. Tocando fondo con lo que no está expuesto.

Avenida.
retrospectiva simbiótica que no tiene otro tentativa;
mas que no arder en polvareda menguante, inventa la saña de la contracara hirsuta del pavimento.
Cayendo…
Pensando en estamparse en la pavimentada concreta resolución térmica callejera.
Mirando tu cuerpo caer, por un puente.
No es un vacio avenido a menos, ni venido del inframundo.; tampoco esa sutil…
Avería.

Esa flotante melancolía diurna me dice que no es, e intriga para parecer adorable sin sentir que los mundos están devorando pantanales oxidados, como duros; o ese estado de yuka cantando bajos las monadas y vertiendo los insomnios al retraso del galante afán de facto, tendido bajo cero, invierno andino, sueño térmico, sudando placeres orientales; brinca valluna y niveles de nicotina inseguros; si en todo; ¡cada edificio acaba con nuestras frentes!; es lo que nos hace diferentes, estar idos todo el tiempo; figurando convicciones sociales arrepentidas; para encajarnos amores pastosos; luego tropezar castrando meditaciones útiles: mi yo consiente atrevidamente, quiere cambiar esta película, con margaritas de hojas impares; por que las ilusiones son medicinales; no son. Quién sabe. La realidad del amor, apresando ideas, si ella te ama, tú la amas, si ella no te ama; o vaya saber que diablos estás haciendo, sólo cantando bajo el cielo, esperando, sin saber su amor. Gira. Todo el tiempo, aburriendo la pupila con su tramposa palabra, esfera placentera sin concretar las ciudades alumbradas con pasteles planetarios.





PRESENTAN: