16 abr 2007

Coma intelctual.- tiempo del no saber.


Sam: olvídale, si follais mal una vez la culpa es suya, y tuya si son más veces
Carrie: eso es un refrán?
Sam: es mi refrán

SEX AND CITY





La ultima temporada de un programa de TV, no siempre resultan adecuada para compartirla con la familia, ya saben, uno esta sentado tratando de explicarle el Efecto Mariposa a la abuela y el sindicato de terrones azulados, refleja como los suburbios son un malestar social, por donde los veas; es tan cómodo ser una escritora de NY, con fama y amigas en un paso de ser ninfomanas; ojo; soy fanático de SEX and CITY.

Bajo los recuerdos:

Estaba en CBBA, sumamente atorado viendo el aparto de las intrigas milenarias, esperando que sea un delirio. Fue así entonces como puede empalagarme con tales, historias, con el tiempo, empecé a sentir un afecto especial y un deseo de vivir en una gran ciudad, para tener una columna vertebral óptima y otra columna en un periódico: por que. Por que alguien como yo, con mala ortografía, sin computadora, ajeno a todo pensamiento correcto, pero estando dentro y fiera del aparato retador, sobre las conductas de la humanidad… Por que entendernos a través de un lenguaje, codificado por letras, ordenadores y servicios legales especializados en divorcios rápidos, nada letales y consumistas de periodos menstruales, y siempre hay un “y”; que reflejas las orientaciones moleculares de la humanidad; que imperfecta trata de reflejarse dentro y fuera, fiera, fresa, fresca, bacán, alternativa, coca-cola Light; suprimiendo los patrones sociales por reflejos diestros. ¿Realmente los medios de comunicación, intervienen en nosotros?; termino de ver un cómico episodio, lo disfruto, sé que no es real, sé que no vivo en la gran manzana, sé que no tengo sexo en proporciones olímpicas, sé también que tengo historias sin terminar; por aburrimiento, falta de calorías (o sobras de las mismas), exceso de sueño, una gata celosa, una abuela: “¡Apaga esa maldita luz; has tus cosas de día; o consigue un trabajo para ayudar con los gastos de la casa”, una vecina francesa de intercambio, con la cual no puedo intercambiar saliva – posiciones –sobre nombres culturales – lecciones gratis del idioma, en un conjunto pasivo de cafés - ¡En este posible momento!: Comenta que tiene frió en la espalada, yo la veo agacharse, rozar parte de su hermoso cuerpo, con mi mano distraída con el “ratón”, pienso en todas las cosas desagradables, de las mujeres se quejan, pienso en los comentarios de la serie que en cuestión no me dan un resultado alentador (¿Debería dejar de gustarme por , no ser útil?): ¿Soy esa clase de hombre pervertido que solo busca follarse a una extranjera de intercambio; por qué nos encontramos en el mismo internet, pero ella no se da cuenta (para no variar) de que estoy vivo, cerca suyo?; ser hombre en cuestión de hormonas alteradas, no soy un caballero, pese a la mala educación femenina que me dieron mi madre y abuela, y el matriarcado, tengo fama de lento con las señales, luego paseo nuevamente por los recuerdos y me di cuenta que la timidez, era solo un atributo de la falsa galantería romántica.
¿Seré uno de los últimos románticos; que no pueden llevarse a las damas al lecho?
¿Por qué los escritores, que, escriben sobre sexo son los más populares?

Literatura sobre expuesta dice:
La verdad Peyo, creo que tienes muchos líos mentales, sabes al final que importa, es decir, que es lo que importa, realmente no creo que sea verdad eso del amor eterno; solo estamos en este mundo para probar lo que venga. Te duermes, no te das cuenta persigues otra… no se, búsqueda etérea.

Al final las noches que uno piensa en que seria bueno verse, dentro una amante particular, que el sexo es lo mejor que se puede probar en esta vida: ¿Dónde carajos quedan las pizzas?, y es llevarse, dejarse llevar y tratarse de llevar a quien también trate de llevarte. Soy un conservador, moderado, creo que soy muchas cosas pero “moderado”; el libertinaje sexual, no – arte, por que soy el peor conquistador sobre la faz de la tierra, no creo en este mundo moderno – me gustan las rosas; los poemas y las noches que la sensualidad cubre el rostro, el cuerpo las llagas de heridas que murieron en la sobre textura de lo imposible, dejarse caer, llevarse un recuerdo del placer. Una pieza de sinfonía sincronizada con los jadeos, las posturas, saber tocar un cuerpo con destreza sumisa al cariño.

- Buenas noches como estas, perdona que trate de seducirte a esta horas de la noche, pero en verdad…

- ¿Peyo?

- Si, no se si me recuerdas…

- Se quien eres, son las 3 de la mañana; no me llamas hace mas de un año, y ahora tratas de seducirme ¿Estás drogado?

- No, es decir, nó. Lo que pasa es que trataba de escribir un cuento.

- Peyo… Eres un tipo realmente extraño. Que te parece si hablamos mañana, nos podemos ver, si así lo deseas.

- Es algo breve pero estoy nervioso. Eso no significa que no quiera verte, es decir, como es decir, como se debería decir: quizás mañana tú no quieras verme, por lo que tengo que preguntar. Estaba viendo SEX and CITY…

- ¡Odio ese programa!. Las minas parecen hombres.

- ¿Por qué crees que parecen hombres?

- Los hombres son unos pervertidos. Simple.

- No se como decirlo, pero la verdad, estoy un poco confundido con las relaciones; ¿puse cara de enfermo, cuando nos conocimos?; ya sabes esa cara que dice: “nena, o nena, tengo látigos y un kamasutra dentro” – Ella comienza a reír. A lo que me refiero es: ¿Por qué te conquiste?: odio esa palabra. “Conquistar”; acaso el amor es una guerra y el sexo es la batalla definitiva, para estar conquistándonos los unos a los otros –sigue riendo- Es serio, tengo un coma intelectual y no se de que escribir. Pero….

- ¡Peyo eres el Peyo!

- ¿A qué te refieres?

- Puta chango. Quiero que escribas lo siguiente: Sabes, mi estimado Peyo, eres un tipo genial, impredecible, extraordinario; es verdad [punto aparte]

- Gracias, no creo que yo sea tan “así” como dices que soy.

- Lo eres, no creo que haya nadie como tu sobre la faz de la tierra. Pero asustas…

- ¡Carajo no soy tan feo!

- ¡No!: a eso me refiero, justamente, simples estas menospreciándote y eres paranoico, sales corriendo por que tejes, que se yo, no se que pasa por tu cabeza. Cuando todo parece estar bien. Puta, no se por…

[El estupido aparato de telefonía celular + Mi pobreza relevante = Letargo]

Estaba sentado, en la noche, persiguiendo los actos deliberados, esperando sin saber por que ella vuelva a llamar. Estaba pensando que escribir, es decir, cuantos dejos, he dejado a medias, sin saber por que, la noche y un duda sin respuesta. No soy una persona que le caiga muy bien a las personas, pero espero un resfriado, un aletargado parecido de musa que me deje llevar un poco de sátira y complejidad, soy un cobarde, escondido detrás de un CPU que no puede materializar un escrito serio, nada importante, pero impredecible… Era la segunda persona que decía algo por estilo. Y ella quien era: nos conocimos en un café, leía al payaso de Saramargo, yo jugaba a intelectual, con las monedas contadas, un café, un cigarrillo, escribía babosadas. No podía dejar de mirarla, arranque una hoja escribe alguna babosada [remix] se la lance, como bola. Puse alguna cara. Y esa es la cara, la careta de carne, que llevamos entre las destrezas del contacto mundano, aparentamos ser y no somos. Creemos en lo que nos dejamos llevar, vemos y aprendemos a usar caretas cuando te escondes por la crudeza de haber perdido tus lujos. Vives en la casa de tus tías malvadas y precisamente no eres Harry Potter, de mago no tienes nada. Una muda de ropa, un secreto que te aprieta la garganta, mentiras por doquier – aquel mecanismo de defensa; inventas personajes, situaciones, descripciones detalladas de lo que no tienes timando, como que si lo tienes. Talento, edad e inteligencia. Tratando de llamar la atención de Dios o alguien que te vea en este mundo de mierda. ¿Cómo ligar, como pensar en sexo, cuando todas las noches sacas una frazada prestada para acomodarte en la sala?; aun no tengo nada que ofrecer, en aquel entonces, no tenia NADA. Conversamos toda la tarde restante. Empezamos avernos, pero yo sabia, tenia miedo, estaba cansado de ir todas las tardes por las calles, esperando que sea hora de llegar – para no molestar mucho. Las bibliotecas son el pero lugar del mundo, si Bolivia es el mundo donde vives, gente latosa y nigromante que pasa, destroza, grita, el olor, ese olor desesperante. Juro que no eran refugios.
Deje de verla. Pensaba que mi pobreza la alejaba. Y era así. “Saldremos”. “Bueno”. “vamos al cine”. “Hum, no puedo me quede sin dinero, es decir compre el Capital de Marx, primera edición en España, empastado en cuero; una delicia de libro. Los tres tomos en una edición… Creo que es banal, pensar en la ropa que vas a usar. Usar la misma ropa ayuda a forjar una personalidad”. Y mucho tiempo después nos encontramos sin reconocernos. Una exposición fotográfica en la Alianza Francesa; ella estudiaba francés, yo: “voy a ser cineasta, pero mientras tanto estudio Ciencias Políticas”; salimos, y paso algo extraño, nos besamos y nos veíamos cada cierto tiempo. Pensaba en eso recuerdos, cuando, un número extraño se refleja en la pantalla del teléfono.

- Fue todo un dilema prestarme el “celu” de mi hermana.

- Como esta ella.

-Loca. Dice que no te hagas “al bueno” y que saludes de vez en cuando.
- No soy hecho al bueno, soy distraído; muchas veces camino, veo una persona, tres cuadras después me doy cuenta de quien era. Por otro lado dejo de saludar a las personas que creo; no les caigo bien.

- ¿Por que Peyo?

- Creo que no le agrado a nadie. Odio pensar que la gente, ande hablando sobre mí; me revienta que cuenten historias y cosas así; por que mierda no me dejan tranquilo. Odio mi vida. Era demasiado mentiroso. El mentiroso es castigado por la gente, gana odio, bien merecido. Ahora trato de ser sincero; la vida es una cosecha, siembras falsedades, no recoges, esparces nada alrededor tuyo. Odio las ventanas por eso, estar al descubierto. Nunca nadie se sentó medio momento a preguntarme que sentía, tengo el leve sentimiento de que nunca alguien en el mundo sintió el mínimo de afecto por mi persona. No tengo dinero, haces más de 10 años que vivo así, no tengo una carrera, debería estar pensando en cosas serias. Trabajar, ayudar a mi familia, triunfar o… levantar mi nombre. Solo quisiera tener un poco a mi favor, sabes trate de escalar una escalera muy grande, cada peldaño es enorme; pero la cima es lo que importaba, me da vergüenza admitirlo, pero buscaba la gloria. Y ese bocado no es para gente inferior; nunca voy a dirigir una película, Es tarde para buscar otro sueño. Estoy aburrido de tenerlos.
Creo que eres de las personas que mueves al mundo…

Ahí, solo conté las verdades, unos varios: “¿Por qué nunca me dijiste eso?”
Los niños del colegio salen, toda la calle esta lejos; la hermosa francesa regresa llorando por que le robaron su pasaporte. Estoy y no estoy, a eso me refiero, eso es la caja de sorpresas intolerable. El sexo es lo que revienta el hígado del mundo, todos nos dejamos seducir por los placeres simples, hacemos gala de una sexualidad, como si eso representara el mundo real; lloramos por lo que dejamos pasar, todo lo que dejamos ir, eso “que” terminan siendo pan queques mal cocinados; finalmente, importa tanto ser un buen amante, cuando no somos buenos personas, hay tanta belleza en el mundo y estamos tan interesados en los mórbidos pensamientos de miles de rameras y proxenetas que idolatramos. El sexo es genial cuando encuentras alguien que es en su cuerpo lo que tú eres dentro el tuyo. Solté demasiadas verdades, invento una excusa. Solo eso. Espero el sábado…
Espero.
Espero.
Y No hago nada por dejar de esperar.