6 mar 2013

Metástasis


Los últimos versos dinámicos, salieron a combatir hambrunas cariñosas;
¡perdiendo la batalla!
Apaciguando solemnemente la temperatura de las ilusiones destartaladas.
Intensificando una sombra escalada bajo cuerda: colgando péndulos adiestrados avistando ojerosas defunciones; concretamente sin sus labios.
Sin sus espacios,
                         velocidades,
                                            ensoñaciones,
                                                                          delitos y locuras.




Si en determinada conversación hubiese tenido frases que sólo ahora en el entresueño elaboro. Si todo esto hubiera sido así hoy sería otro y quizá el Universo entero sería insensiblemente llevado a ser otro también.
Pero sólo ahora lo que nunca fui ni seré me duele.
Fernando Pessoa
1888 1935

Deletreando encargos primaverales, sediento; improvisando vitales armonías, martirizando los atardeceres que relucían incompletos, sacando de la garganta esta tragedia urbana, recorriendo la ciudad intentando reconocerla. Enero a fenecido, 12:09 am, intercalando teclas con la ruta interesada en señalar el caminar de una desconocida incrustada en la piel, debatiendo toda sonrisa cercenando penurias.
Febrero igual a un pestañeo.






Sentir,
sentirla por un breve juego advenedizo del codicioso anhelo de verla;
a punto de un beso, un abrazo oh una  simple caricia en la mejilla.




Marzo se desprende.
Sentir. Caricia. Anhelarla. Mejilla, sus mejillas. Beso.
Son palabras relampagueantes, coincidiendo en estrellas retardando un sigiloso suplicio;
tener dos presentes adecuados para el primer encuentro.


También se fueron todos los días probables, escalando reforzadas murallas bajo silencios intermitentes, revoloteando malabarismos sin piedad escabullendo indirectas prefabricadas; aventado colina abajo la probabilidad de haberla encontrado


El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándolo sin fe;
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorandopor qué.
Rima LVI – Gustavo Adolfo Bécquer



Seguir el pulso de las averías cardiacas.
Quizás sólo repito frases sin quemaduras,
esperando un beso autentico, sin distancia
ni ataduras.

Seguir una conversación de medio día.
Sentir otra vida aleatoria,
revistiendo cruces y marcas,
esperando encontrar el ritmo de los pasos que terminan en tus palabras cercanas.





Pero siempre estuviste cerca.

Eres un ángel lumiN<0+>sa Conocida, no sé cuándo me dejaste de nuevo en el puente.



Quisiera no importarte y entiendas; lo perdido y aterrado que estoy, trato de ilusionarme aseverando otra vida, subscrita con un final feliz, pero no, finalmente la mala suerte soltará su ira y veré el helado abismo purgando el hecho de no haberme tropezado contigo en la esquina indicada.
Sin tantas reencarnaciones encuadrando juventudalertando el final,
su nombre, talento alternando nuestra conjura; me doy cuenta que estoy muerto.


Desgarrando anotaciones, mientras anudas embarcaciones de besos vivarachos y todo queda nuevamente enchispando/

la vida a tu lado.