despues de un ayer

El ángel de la soledad, un vació nuevo, para un vicio, la vida es un lecho de cristal; todos se reúne en la plaza de las heridas, finjo un momento, luego me desato los cordones de los zapatos, destrabando los acordes olvidados como los juegos emotivos, me recuerda que pase la noche en blanco viendo lo que no era; el veneno en la vía galantea no sorprende a nadie, despedaza la maña.

Abrí la caja de Pandora que tenia guardad hace un año, viendo en los años de una niña, mientras el verso plasma un canto mágico, luego una pregunta vacía de intenciones de3 buen tipo: “Vaya que perdida de papel”.

Otra vez el revés del verso se opone al momento, cuento con el aprecio de estar colgado mirando lo hermoso, ese tributo a lo conciente intransigente en cada fresca vena amante, el beso retuerce el espacio; de la dama elfica, de la hechicera de cera, la dama vampiro, la ardilla, aquella pasajera hada iluminado, de tuercas oxidadas las palabras son un polvo contento con ser arcilla de otro momento…
… uno cualquiera en una ciudad ajena, pasando el rato en un carro, rodeado de amigos, familiares y la dama amada en el sueño universal al tacto de lo hermoso… metes la pata con una patraña machista aprendida para fingirte fuerte, para usarla en cobardía por la espalda, ya que como es; el grito del macho, sexista e inoportuno, sin arte en mandarte una molécula de alegría; retuerce verbos….
… ella estaba ahí, antes de ella Maria José, cuando el primo escribió un par de versos en una tarjeta para dársela a ella, mezcla travesura, mezcla meta, mezcla de hormonas y anfetaminas…

“existen tres tipos de mujeres que determina la vida de un hombre:
La angelical, que es una ilusión, cae del cielo y es humana pero se vuelve un demonio. La dama vampiro de noche y pasión.
Y la mas importante la elfa, un ser mítico hermoso, de la materia del mundo”.

Al gato le fascina las luces no bélicas, tiene un gusto refinado por el punk moderado y el santurrón jazz aficionado, luego de agitar la cabeza contra el viento a metal en sangre.

La rosa despierta al mundo preguntando por todos lo versos del simple momento: vida.