A ver; o no ver
sabiendo, a rienda suelta; maravillas ajenas.
Contemplo, y soplo lo que veo
abriendo mañas en todo el resto.
Pero percibo anteriormente, que no se nada al respecto.
Pero si sé, que veo.
¿No debería confiar en ello? abriendo lo profano, como adorno de este vago pensamiento, posiblemente inspirado por verso de sueño.
Luego, nada me suena tan insolente;
como -partir- métodos al enojo recluido,
¿Dónde?
Si de Saber se trata, nada me suena tan intransigente;
otorgando cansancio paternal reservando el paradero.
Veo, veo, pero veo de nuevo,
ajeno al precipicio indulgente.
Penas mías, como si tratasen de un todo, avanzo persiguiendo a cusa letal;
¡sonrisas!, pero en este caso; propias.
- Veo tus huesos – susurró advirtiendo
- Más aún yo los detesto.
- ¿Cómo puedes hacerlo? – una y otra ves su intriga de musa
- Tomo el pasatiempo como cercanía al infierno.
Al morir sabré si he escrito una obra parapléjica.
¡Tú no sabes nada de estrías!
Son la nueva vena poética, atrasando lo divino con piel destruida
para asquear a quien quiera posar sus labios.
de verlas, sabría su respuesta.
Ya qué nada sé me visto imaginando; no besos; no caricias.
Una envoltura preciada, acordando esconder el verbo
insolente en cada aberración de talento
sobras cuentos, como axiomas; en piel propia.
No necesitas, morir para ver tú obra,
dando respiro al sitio condena,
abras lo que hagas,
derramaras sangre pura…
Cuya utilidad, debió ser; donarla.
A, mundo, nudo abreviado
atraganta sueños pausados con delirios -eternos delirios-, fatigados
de serlo
de ser solo eso; delicia en versos.
Renombro el espejo contenedor de huesos, músculos, carne, nervios;
en, masa grasienta, esclerótica ordenada,
cuyo hábito de muerte es nadar el presente,
saber empobrecer espacios divinos.
Estúpidamente nombrados, deseos muertos cayendo necesariamente.
Dejo esté feo hábito sorprender lentejas
adornando con colesterol aferrado al abecedario
embarazado de nuestro adverbio progenitor;
soprano moribundo, trazando lo que no ve,
esperando sentirlo, y así, sentirse menos triste.
Veo lo negado, nunca antes redoblando detalles,
mas aún – nunca arderá santidad merecida
sea nuestra o grandiosa persistencia
doy cuenta a mi ego, que veo cuando nunca debí hacerlo
¡Perfecto, me ofendiste!
de saberlo antes de conocerte
me daría a misma el soporte
adecuado para negar gentilmente
ser musa, prosa, deseo, delirio, complaciente.
Seá, entonces el ultimo grito inspirado
musa o gracia ajena
al verla, no toqué nada mío, solo trazos
tramitados hace tiempo memorables
pero veo… lo que debo, aun así no me sorprende.
peyo
7 comentarios:
tus letras hacen que me libere... de una manera extraña.
me encanta. gracias.
peyote, yo te doy unos 6 lucas y una llaucha.
Gracias por linkearme...Buenas vibras pour toi.
LG
perdon pero la poesia no es lo que mas me gusta...igualmente gracias por pasar por el reino del reves ...espero seguir viendote po r ahi.
Guauuuu...Es todo lo que me sale. Me encató, realmente, escribís muy bien...Que lindo es tener el don de la escritura, que por mi ser a pasado de largo...realmente por más esfuerzo que ponga, por más ganas que tenga de escribir algo de manera "poetica"...no me sale...Mi pequeño cuento no es más que una fantasía,trate de contarla lo mejor posible...que va a ser...
Muy lindo este rincón "Peyo" lleno de sensaciones y palabras que endulzan los oidos...Besos...
Tienes una forma de escrbir muy peculiar... libre totalmente.
Buen trabajo.
: )
Gracia spor comentar mi blog.
Tu poema me ha parecido muy original.
Saludos
Publicar un comentario