enredos...

Sencillamente me vuelvo loco y vuelvo tierna encima de la basura y apisono todo y digo “¡Al diablo con esta locura!”

Jack Kerouc
Big Sur.

Despertaba del sueño enredado con temas de juicios propicios; entretanto la radio estaba dando vueltas con un disco malsano de Zappa: los sueños fueron tan joviales y densos, comprendo cuando mi primo me pregunto en cierta ocasión que música estaba escuchando, luego me dijo que tuvo pesadillas. Lámparas sempiternas se desprendía del suelo iluminando de mil formas distintas los entornos luego despedazando los entornos entretenías las cazuelas llenas de vacíos consistentes. Mi madre habla entre sueños, mi gato, felino astuto despierta mi enredo mientras en sueño conversaba con una jovial pelirroja llamada Grecia, entre que el terco gato, me grita en el oído el resoplo del sueño se esfuma con los maullidos frenéticos “¿Qué pasa contigo Demian?”. Responde entre candilejas fráguales, entiendo; la sartén resuena entre hígado del desayuno y mi astuto amigo sabe que podría quemarse si no despierto, no termino de admirarlo, yo pensé de su madre la Corsaria una astucia innegable, de su abuela Lucrecia Borgia la felina mas lista que conocí en la vida; quien lo hereda no lo hurta…

El desayuno contrae las ganas alimenticias del bocado de los mimados, luego de andares entre las astucias del juego del poder, enderezamos las postales del estado que no escucha las conversas en las mesas familiares cada mañana. Ahí pasamos por un retorcido establo de calles aledañas al tiempo entre candilejas y manifestaciones. Luego espera la funda creciente un festivo contra- sueños difuntos entre líneas pasajeras. Convalidando saltos herméticos, llego a un pequeño marco, lo veo con cara de quien conoce no sabe y si sabe no conoce. Otro masacrado dejavu, es el afana de haber camino tantas veces las demonizadas calles paceñas, que incluso solíamos pensara que todo respondía a una condena arrítmica indolente de Dios, que repetía cada fraguada observación; es un simple detenerse en los rostros de quienes pasan por tu lado; averiando un canto iluminado y todo es, las caras crujen los testimonios duran, la sordera justifica la villana conducta de mi gato, que mata ratones y guarda los cadáveres en algún sitio, para sacarlos y seguir jugando con sus cuerpos. Pero es tierno cuando desea serlo, por tanto sincero consigo mismo carece de pose y banalidades, abocado en su afán de sorprender.

Luego de un momento recuerdo con arte de metido a director de cine, los detalles del sueño, el escenario es un afán parecido, aparece la pelirroja y siento rabia con mi madre y su afán de compra matinal panificadora; sabiendo quizás sabiendo, quizás sabiendo, sabría de antemano, siria con agrado y seria mi propio acto conquistador añejo, luego repartiríamos encantos juntos.

- Me gusta masticar, es algo que provoca una acción fenomenal.

- Perduran las muelas, si de tratar se tratase…

- En fin…

- Las mejores conservas, son las que no se dejan en la nevera; se las despide fantasmagóricamente y crujen las moléculas de un…

- De un culo. Supongo.

- Nada de eso, solo es la introvertida comedia que no deja de ser truhán y cortés con sabida audiencia.

- ¿Cuál es tu pintura favorita?