Metástasis de entrelíneas
“Ante
todo,
la pintura era la imagen de alguien, de alguien como yo. Era un infiel,
por supuesto, no uno de los nuestros. Pero según la miraba iba sintiendo que me
parecía a él. Y lo curioso es que no nos
parecíamos en nada.”
Me
llamo Rojo – OrhanPamuk
“El
destino intentará
hacer
justicia.
Con un giro
transversal
me querré
acercar.
Más cerca
que no exista la distancia.
Que no
puedas respirar.
Más cerca
que ahí
me quedaré. ”
Ladistancia–Lucybell
“Hubo instantes en los que se sintió a dos pasos de la
muerte, y estuvo dispuesto a recibirla como
a un huésped grato. Pero al despertar, su
pasión alcanzaba nuevamente tal altura, y su
entusiasmo le invadía el alma de tal forma, que
su vida tan pronto se elevaba muy alto, como
amenazaba despeñarse y perecer para siempre.”
Lapatrona-Fedor Dostoievski
1. Huelga de teclas inertes.
Otro despertar figurado. Besos vacantes entumeciendo sabanas
destripadas.
Antes que el despertador agreda, mirotean
las persianas un día estrangulado zampándose refacciones áuricas del sádico
señalador de realidad enlatada (posiblemente
vencida antes de ser embazada); arañando
indicios y caer en la refacción no redentora de esperanzarse. No
más musarañas, destellos, ni piezas coloridas, claves sueltas y sobre todo
sus dedos infringiendo dulzuras en mis clavículas. En serio; ¿al final qué
gana uno intentando sacarle un HOLA a una idea intermitente? Tratando de
encontrarle sombras, creerlas, alejarse; viene la mínima luz de su parte, para
dar el fragante giro inverosímil desangrando escenas, ataviando palabrería bien
recibida. Cómo es tan bien querida la idea de encontrarla. No más pensar en la
única lectora. Finalmente la hora marcada
deja precedente; esos buenos días sin secundaria diplomacia haciendo un intento por
creérsela en propio beneficio. Café dulcete; ¡sí!, con
cuarenta cucharillas de azúcar, preferible la trampa al insomnio maravillado de
creer en otra elegante musaraña. Mentiras
infringidas; barridas. Es tan estúpido
haberse pensado querido. Enciendo el computador,
apago cada ventilador relajante de la fantasía soberbia de un lugar dónde
podrían desatarse pasiones. No más
romanticismo, no más. Intrigante madurez
literaria, derramando palabras claras a
mejor efecto comercial; salpicando historias
sin damas vitales, nocivas para quién las
describe saboreando sus labios siguiendo el trayecto de la luna.
Relatos sardónicos.
Personajes vacunados contra el afecto.
Situaciones profundas sin la tediosa melosidad recalcando 920 aclamaciones
explosivas; ¡amante
terrorista, lograste abrirte paso un día
cargado de simbolismo!... lo lograste…
pero; ¡ése no es el punto!, aquí
lo importante es reglamentar alucinaciones arteras.¿Una acción inicial convincente?, ok, vamos no es difícil,
es un golpe, una idea tras otra;¡no más
bandolera,me quedo con mi insignificante
imaginación!;
una calle, no, las calles tienen esquinas;
en todas ellas espero verla. Música.
Reproductor cabrón;¿es
muy difícil de entender?, a ella la quiero…
la quiero…¡carajo!, la quiero en mí vida/ pero no es bueno quedármela
claudicando infiernos a cambiode cráneos falsificando idioteces en nombre de un
barbado interesado únicamente en sacrificar ciudadanos del tercer planeta.
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