… provocando otra vez
una sinopsis desatinada.¡Maldita sea!, ya olvidé que la había olvidado.
¡¡¡Artera tortura la tuya; amada
invencible!!!
“Nuevamente
permaneció en silencio por un rato, tras lo cual
dijo que veía una luz encenderse en la ventana del edificio opuesto. Le
dije que aun así seguíamos siendo las únicas dos personas despiertas en la
ciudad, las únicas dos que habían pasado la
noche el uno en brazos del otro.”
Una nave espacial de
ternura hacia la
luna – Layla Balbaki
2. Una lagrima puede convertirSe en un mar dulcete.
Hoja en blanco sepultando urgencia desatinada, aplacando el vejamen del olvido, excluyéndola del relato, al menos momentáneamente. La necedad de la bestia consumió mi necesidad de
ella. Sin utilidad alguna, votando
válvulas, escapando por frases
intrusas. Justo castigo, por ir viviendo por ahí delatando cada te amo esperando adquiera sentido
pintando sustancias validas escapando latidos de un corazón a otro, asegurando estar por fin en nuestro hogar.
¡A espantar tristezas!, vamos
cojudito, puedes desarticular martirios y
COMENZAR un relato medianamente digno. No, medianamente;
no,¡desafiante!, impulsando
nuevamente el estilo. Ok radio apagada,
reproductor clausurado hasta que entienda la gravedad de sus conjugaciones
aleatorias;¿podrías desactivar la función?,ne,
sería menos divertido. Ventanas cerradas,varios dulces coloridos en fila
india, venditas listas por si me quiebro las
manos.¿Veamos?; un velorio.
Un salón velatorio. Sugestivo, contiene
vivencias propias del tiempo que viví en los altos de uno.
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